¿Qué vivir cuando todas las vidas
son la misma? ¿Qué escribir cuando todas las historias se repiten? Uno se cae
cuando ya se cayeron otros antes. Otros a su vez se levantan y se caen más
tarde. El que se cayó primero se levantara después, el que se levantó primero
se caerá después y así, la misma retahíla, el mismo cuento, las mismas vidas. Uno
es lo que ya otros fueron, lo que otros son pero yo, egoísta individuo lo
quiero todo para mí. Mi dolor, mi amor, mi felicidad, mi yo, mi café con leche
y mi mujer, mis hijos y yo de nuevo. Mi dinero, mi casa, mi trabajo y mis
vacaciones. Puro egoísmo. Nos creemos el centro del mundo cuando somos el mundo
entero. El universo. No hay un yo, hay un todos. Soy el que entra a comprar el
pan, pero también soy la que se va de vacaciones. No hay yo sin otros. No hay
otros sin yo. Por eso lo que siente y piensa uno también es lo que pienso y
siento yo. Complicado ser uno mismo cuando estamos repetidos, cuando parecemos
productos de una cadena de montaje, cuando inmersos en este sistema corrompido
dejamos que nos anulen, cuando nos ahogamos sin llegar a la orilla, sin
intentar si quiera nadar para salvarnos. Egoístas. Por eso todas las historias
ya están contadas, y todas las guerras y vidas. Por eso el que escribe escribirá sin duda la misma historia cien
veces contada, mil. Por eso somos tan poco originales. Vamos a la idiotización
más absoluta. Nos quieren dormidos, entretenidos, pasmados para ellos, para los
cuatro poderosos. Les conviene que nos peguemos entre nosotros, que nos matemos
entre nosotros para ellos. Solo ellos. Y todo eso ocurre por lo mismo: Ego, yo.
Y así nos va…y así nos seguirá yendo. Me voy a tomar mi primera cerveza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario